martes, 5 de enero de 2010

epistemología de la voz ronca

mi último pensamiento es que hay una cierta cualidad insoslayable en las voces roncas que no poseen las otras..cualidad de imposible indistinción, de improbable desdibujamiento...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

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Del terror! ayer me di cuenta de que si elimino los garabatos de mi vocabulario cotidiano, me quedan oraciones con vacíos, largos vacíos que me demoro en completar, en buscar la palabra correcta, esa que tengo en la punta de la lengua, y en todo ese tiempo lo que quería decir perdió el sentido original, el receptor se desconcentró y el mensaje quedó flotando en alguna parte del aire. Pero no es raro, de alguna forma, como creo le sucede a mucha gente, los garabatos son parte de mi dicción diaria, ya son parte de la jerga chilensis, de la idiosincrasia. ¿Que haríamos sin el weón, La weá, la mierda, el chucha y todas esa palabras irreproducibles que son el sujeto o predicado de cada oración que pronunciamos?
Hice el ejercicio, hablar sin garabatos con la misma fluidez y espontaneidad, como si estuviera hablando con mi abuela o con mi jefa y sí, lo puedo hacer pero créanme que no sueno cool diciendo “por la miechica” o será que no me reconozco y no es que hable como leidi es simplemente que intento hablar como corresponde. En fin, sigo en mi campaña.

Arte como instalación o instalación como arte?

No tengo los estudios necesarios para referirme de una manera muy técnica, pero si como espectadora activa y ávida de experiencias de arte, una incipiente vida profesional en el diseño de vestuario y una novicia vida en Santiago. Hace unos meses, leí en algún medio de prensa que Agatha Ruiz de la Praga, la colorinche diseñadora española- que no es santo de mi devoción- estaba preparando un mural en la estación de metro Bellas Artes, el primero de una serie que pretende hacer en distintas ciudades y que coincidentemente iba a ser la más utilizada por mi, ya que mi nueva residencia se encuentra en la esquina de dicha estación. El mural está listo, en todo el ángulo que genera la esquina, pero no sé cual fue el esfuerzo de la diseñadora, en realidad un maestro pinto el dibujito que aparece en esos brillos labiales para teenagers que venden en las multitiendas y seria. Se reconoce a ARP en los colores y esos típicos corazones alargados, pero como espectadora diaria me hubiera gustado, una propuesta más urbana, menos taquillera y con algo más de coherencia con el lugar. Me gustan los colores pero creo que los corazoncitos en tamaño XXL en tonos de golosinas no generan el impacto ni cumplen con el objetivo que debería haber provocado el mural en ese barrio patrimonial. Si bien la firma le da el valor agregado y reafirma el lazo entre la moda y la ciudad. A mi parecer el carácter del mural es para un panel de multitienda donde se vendan sus productos.